9.2.11

Pasaporte al calabozo

“Amazing Thailand” (Asombrosa Tailandia), “The land of smiles” (el país de las sonrisas), “Once in a lifetime” (una vez en la vida). Los esfuerzos de las autoridades tailandesas por recuperar el turismo perdido durante estos años de incerteza política, son denodados. Sin embargo, los responsables turísticos no cuentan con todos los aliados que deberían.

El relato que viene a continuación es sólo un aviso a los que quieran visitar este maravilloso y acogedor país, y debe de ser entendido como un simple consejo. No caben, por ende, las dobles interpretaciones. Dicho queda.


 


El pasado jueves día tres de febrero, nos reunimos un nutrido grupo de amigos del foro de la página web Destinotailandia.com en un conocido restaurante de Bangkok. Fue, sin duda, una velada memorable, para unos más que para otros y tal vez por motivos distintos.


Alrededor de la medianoche, tras barajarse diversas opciones, optamos por trasladarnos a la zona de Lardprao, un barrio predominantemente thai en el que se ven pocos occidentales. Mi amigo Juan opinaba que era una buena idea mostrarles a los recién llegados un bar típico thai (mucho ruido, poca luz y alcohol a raudales), cosa que todos secundamos. Organizamos la caravana en varios vehículos. Dos grupos salimos en taxi hacia Ladprao por un camino distinto al de los demás. Vamos charlando sobre nuestras vivencias en este apasionante país, hasta que apercibo en la lejanía unas luces de colores que me resultan más que familiares. En medio de no sé qué calle hay instalado un despliegue policial que nos obliga a pasar por el embudo. No las tengo todas conmigo. El hecho de ser occidental puede ser tan negativo como positivo frente a un agente de policía thai, todo depende de las ganas de charla que tenga el hombre.


Esbozo media sonrisa mientras el agente me deslumbra inquisitorialmente con su linterna. Tiene hambre. Oigo cómo le indica al taxista que aparque el vehículo un poco más adelante.





El engranaje de mi cerebro empieza a aumentar vertiginosamente las revoluciones, analizo en segundos las posibles preguntas y respuestas. Intento auto-engañarme pensando que no va a pasar nada, pero paso muchas horas a la semana con los hombres de marrón y sé cómo se las gastan.


Una vez detenido el coche, vuelve a apuntarme con la linterna en la cara después de haber hecho un barrido a mis compañeros ubicados en el asiento de atrás. El conductor baja mi ventanilla. “Buenas noches” le digo al uniformado mientras intento sonreir amablemente. La única respuesta que obtengo es: “PASAPORTE”. Mi sonrisa se torna en risita nerviosa. Empiezo mi discurso justificativo: “Mire, es que venimos de una cena y somos un grupo muy grande y vamos al soi 83 de Ladprao y ... ” Mientras doy mi explicación veo que detienen a otro taxi, allí van otros cuatro integrantes del grupo. El hombre me interrumpe para preguntarme si son amigos míos. “Sí, sí, somos un grupo grande de españoles”. Por lo visto, no le impresiona ni “grande” ni “españoles”, él lo que quiere es mi pasaporte, o más bien lo que le va a reportar el hecho de que no tenga el pasaporte conmigo. “Pues habrá que ir a comisaría” dice. Los negros nubarrones se cierran sobre el cielo de Bangkok. Esto está tomando un cariz que no me gusta y va más allá de lo esperado.





[caption id="" align="aligncenter" width="480" caption="calabozos"]calabozos[/caption]


Retomo el discurso desde la perspectiva del colega. “Mira, yo trabajo en la comisaría de Lumpini y sé que es obligatorio tener el pasaporte encima, pero teníamos miedo de perderlo ...” Me interrumpe: “Pues por trabajar en comisaría deberías saberlo mejor que nadie”. Me quedo un poco parado, pero reacciono siguiendo la misma línea. “Mira, es que estoy cansado de recoger denuncias de turistas que pierden o les roban el pasaporte, y sé los problemas que acarrea todo eso”. Oídos sordos. “Baja del coche y vete a hablar con tu amigo” me indica mientras apunta al otro taxi. Cuando me bajo, le hago señas para que me siga hasta la parte posterior del taxi, como si fuéramos a hablar de negocios, que en el fondo es lo que él quería realmente. Rendido ante la evidencia, suelto: “Entonces la multa la podemos pagar aquí ¿No?”. En esas estamos cuando Juan, uno de los rehenes del otro vehículo, se acerca para comentar la jugada. La verdad es que no sabemos muy bien qué decir, más que nada porque los dos sabemos muy bien cómo funciona este maravilloso y acogedor país, y sobran las palabras.


Antes de recurrir a las vías diplomáticas y saltar a la primera plana de los periódicos nacionales (“Ocho españoles detenidos en una comisaría de Bangkok” vende), intento recurrir a influencias locales. Es algo tarde, pero es posible que mi jefe del equipo de traductores de la comisaría esté despierto. Llamo. Como ya suponía nadie responde, sólo responden cuando marcas el número por equivocación. Me siento bastante frustrado. “¿Para esto trabajo en una comisaría thai? ¿Para que me tengan aquí como si fuera un delincuente?” voy pensando mientras sigo eleborando un nuevo guión que nos saque de este entuerto. Mientras intento comunicar con alguien, me acerco al agente y le pregunto en qué distrito estamos. Mi dice un nombre muy extraño que no acierto a entender. “¿En dónde estamos?” le repito, insinuando claramente que estamos en el culo del mundo y por ende, él está trabajando en el culo del mundo. Me giro y me alejo con el teléfono pegado a la oreja, simulando, en cierto modo, que voy a pedir ayuda para un rescate a la Patrulla X y debo indicarles las coordenadas exactas para la operación.


 


Mientras caminamos, cerca de las barreras y las luces de feria que allí han montado, se me acerca un hombrecillo regordete que, ya sólo por la apariencia física, deduzco que es un jefecillo. Con algo más de calma le expongo mi posición respecto al hecho de que se le pida la documentación a la gente que visita el país. Me escucha, pero… “sí, pero no llevar el pasaporte es ilegal”, es la única conclusión a la que llega el chaparro.


Reitero que en 23 años jamás me había sucedido algo similar, insisto en que a ningún occidental se le pide por las buenas la documentación en zonas como Silom, Sukhumvit, por no hablar de Pattaya o Phuket. Da igual, todo da igual. Les hago notar que resido cerca y puedo ir en un momento a buscar mi tan ansiado pasaporte. “No, que luego no vuelves”, sabio razonamiento sabiendo que dejo atrás a siete personas. “Os dejo mi móvil, mi reloj, lo que queráis” insisto ya con media sonrisa ante lo surrealista del caso. “No, no, no” me dicen mientras se ríen por mi desesperación ante tanta estulticia.


Repentinamente, como a cámara lenta, veo aproximarse por el carril contrario a nuestra dirección un coche policial. Pero no se trata de un coche cualquiera. No es un coche patrulla pintado de blanco y negro, en un afán de imitación de la policía norteamericana. Es un vehículo plateado, de los que se reservan a los oficiales de alta graduación. A medida que se acerca al puesto de control parece como si de repente los uniformados allí presentes sintieran cómo un palo de fregona se les introduce rápidamente por vía anal. Todos erguidos y mirando al infinito. ¡Fiiiirmés! Incluso el que escuchaba mis razonamientos parece que pierde el oremus, y con el palo de fregona en el ojete se va corriendo hasta el punto donde se detiene el superintendente.


Dada la oscuridad y mi preocupación por nuestro devenir no alcanzo a ver el breve encuentro entre gerifaltes.





Sin prisa, pero sin pausa, el menudo regordete se dirige a mí en tono paternalista: “Mañana tenéis que llevar el pasaporte”. “Sí señor, y …” le respondo ante el tono conciliador y paternalista de sus palabras. “Pues nada, marchaos” me dice con cierta resignación. Junto las manos a la altura del entrecejo, le doy las gracias en repetidas ocasiones. Le digo a Juan: “Vamos que nos vamos”. Cada uno a su vehículo. Junto al mío se encuentra todavía el iniciador de la conjura. Al ser policía raso, con casco y linterna, pero raso, no le queda más remedio contemplar cómo su presa se escapa de entre sus garras, sin un rasguño. Con toda la educación del mundo, antes de entrar en el taxi, me giro y también le doy las gracias, pero mirándole bien y riendo a la vez. “Lo siento muchacho, no creo que vuelvas a verme por estos parajes”, pienso en mis adentros.


Con el corazón a mil y la boca como si fuera un estropajo dejado al sol durante una semana, me siento, tomo aire y respondo a las preguntas de mis compañeros. Se asombran de que no haya tenido que pagar y me felicitan por mi mediación, una felicitación que habría estado encantado de que no hubiera tenido razón de ser.


Despotrico durante unos instantes contra la policía con el taxista que me da toda la razón, y ciertamente me mira con envidia, porque lo habitual por estas tierras, es salirse de estos desaguisados previo pago.


 A los pocos minutos recibo una llamada de Juan Destinotailandia (lo tengo así en el móvil). “¿Dónde estáis? Que llevamos media hora esperando”.

35 comentarios:

gileramxr dijo...

Del relato hay una parte que no se si no está lo suficientemente desarrollada o es que no llegó a producirse. ¿No hubo negociación para pagar la multa en el momento? Solo lo mencionas, pero sin embargo insistes en que es claro que esa era la finalidad última.

HerrPeter dijo...

No llegó a haber negociación porque cuando iba a comenzar, afortunadamente llegó Juan y giró la situación.

Neus dijo...

Yo siempre llevo fotocopia y si me pregunta que por qué no llevo el original digo que está en la embajada de Mongolia para visado :P

Alvaroeb dijo...

Hola Herr Peter,gracias por toda tu negociación!!yo era uno de los del asiento trasero!pasamos algo de apuro, verdad?menos mal que pudimos irnos!gracias de nuevo por todo!esperemos que el próximo día no tengamos este tipo de incidentes...un saludo

HerrPeter dijo...

El caso es qeu yo tengo un par de ftocopias a color plastificadas, y tarjetas de la comisaría de Lumpini, pero como suele ocurrir, el día que hace falta, no lo llevas encima. Hace algo más de un mes, en Asoke instalaron un control, me pararon y les mostré la tarjeta de Lumpini. Me dejaron marchar al momento.

Juan dijo...

Joer...

La verdad es que ha sido mala suerte. Si no he pasado 100 veces en taxi a todas horas por esa calle, no he pasado ninguna. Y de hecho a nuestro taxi no lo pararon (y menos mal, porque nuestro tailandés se reduce a abrir la cartera)

Sobre lo del sitio, la verdad es que sí, lo recordaba menos ruidoso. Lo cierto es que en un lugar poco iluminado nos sentamos en la parte más oscura (y eso que era grande de cuidado). Y en la parte más oscura de la mesa, Brixton, a quien al parecer el encuentro con la policía le había quitado las ganas de hasta beber una cerveza.

Me siento bastante culpable por haber sugerido ese sitio. Quizá en otras circunstancias hubiese sido divertido estar en un lugar 100% tailandés.

Kensen dijo...

En parte, dan ganas de ir a darle las gracias al super jefe, pero mejor no, mejor salir por patas y alejarse rapidamente del lugar de los hechos.. que corra el aire

margarito dijo...

surrealista total , pudo haber sido como una tragedia , la próxima vez qué salgas , procura llevar toda la papeleria encima

NIXON dijo...

estas cosas suelen pasar cuando vas de vacaciones al tercer mundo..
claro si te quedaras en mallorca o en benidorm estas cosas no suelen pasar,bueno algun guri a lo mejor si..

Danny dijo...

Una pregunta, Herr ¿por qué te gusta tanto Tailandia? ¿por qué no Eslovaquia, Guinea, Argentina o USA?

roro dijo...

El pasaporte, al igual que el DNI es obligatorio llevarlo, y el "policia raso" tailandes no creo que hiciera otra cosa que su trabajo. El "policia raso" que suscribe...¡así! ¡a secas! con todo lo peyorativo que suena, (si bien tengo formación académica para ser gerifalte) se maravilla, e incluso se cabrea cuando por ejercer simplemente su función el ciudadano "normal" se rie de él por ser policía raso, sin preguntarse este si este policia raso está en la situación de "raso" por elección o por necesidad. Este "policia raso" que es plenamente consciente de su situación en un organigrama jerarquizado, no necesita que el ciudadano se ria de el de manera burlona cada vez que ejerce su función, simplemente por el "clasismo" de ciertas clases sociales que por ganar más se creen más.

Firmado, como no un "policía raso", con una Diplomatura, una Licenciatura y en camino de un nuevo título de Grado. A ver si aprendemos a dignificar y respetar las profesiones de los demás.

roro dijo...

Todo, desde el respeto y sin ánimo de crear polémica eh? que conste de antemano.

Sidius dijo...

Roro, tambien con todos mis respetos, pero ¿es obligatorio llevar DNI u otro documento acreditativo en España? pues yo creo que no eh, otra cosa es que sea lo recomendable, pero no es obligatorio.
Y a lo de llevar fotocopias, si no estan compulsadas a mi no me sirven como documento acreditativo, no se como ira en Tailandia.

HerrPeter dijo...

Hola Roro. Me alegra de que hagas comentarios razonados. Por mi experiencia a lo largo de los años, he observado que a medida que se sube en el escalafón y/o pasan los años, generalmente, a la gente se le bajan los humos.
En el caso de Tailandia, la situación de los agentes no es comparable a la de España o países similares. Los sueldos, aquí, son bastante bajos, y la corrupción muy alta. Y como estoy en una comisaría de Bangkok, hasta aquí puedo escribir. jejeje.

HerrPeter dijo...

@Danny. Vine a Tailandia hace 23 años por motivos familiares. Me fui acostumbrando al país, aprendí el idioma, me gustó, me compré una vivienda, y aquí estoy la mar de bien, muchos meses al año.

HerrPeter dijo...

@Nixon prefiero que me pasen estas cosas, y no quedarme en Mallorca o ir a Benidorm.

HerrPeter dijo...

En España es obligatorio llevar el DNI. Otra cosa son las consecuencias de no llevarlo, obviamente no acabas en el calabozo.

Sidius dijo...

Los tiempos han cambiado HerrPeter, si me muestras el articulo en que dice que es obligatorio te invito a una cerveza y si me enseñas la pena por no llevarlo te invito a 20 cervezas XD.
No existe consecuencia, como mucho (y si existe mucho interes) podras llevarlo a comisaria por la 1/92 a identificarlo debidamente, only eso.

Sidius dijo...

Otra cosa es la obligotariedad de sacartelo con 14 años (que no llevarlo encima)

HerrPeter dijo...

Pues entonces estoy equivocado. Gracias por aclararlo. Cuando estoy en España, siempre lo llevo, no porque piense que es obligatorio, sino por comodidad. En Tailandia no llevo el pasaporte porque si lo pierdo o me lo roban, los problemas son muchos, cosa que no pasa si en España pierdo el DNI.

Sidius dijo...

Correcto, hace años yo también pensaba que era obligatorio, y evidentemente facilita el trabajo al Policia y evita perdidas de tiempo innecesarias.
Yo siempre lo llevo encima por costumbre y comodidad.
@Nixon, no quieras saber los palos que les pegan a los guiris aqui en España, sobretodo en Barcelona, fliparias, y entonces dirias que quiza nuestras grandes capitales no pertenecen precisamente al "primer mundo".

Roro dijo...

Estais en lo correcto... Si no lo llevas y "no das fianza suficiente" te pueden llevar a comisaria por la ley 1/92 a efectos únicamente de identificación, nunca detenido. Por tanto, no esta de más llevar el DNI para evitar problemas.

Por otro lado, que envidia me das de tener los santos co... De irte a un pais como tailandia y quedarte a vivir allí... Tengo entendido q a los occidentales los tratan muy bien y son muy bien acogidos por lo que pueden aportar a la sociedad thai!

Es complicado el tema del papeleo, residencia, idioma y demás? Toda la vida me lleva rondando la cabeza un cambio radical! Hay trabajo para el foraneo?

NIXON dijo...

pues aun no he visto a la policia dar palos a los guiris en mallorca o en benidorm...
de todas maneras si asi lo prefiere her peter,tambien se puede dar una vuelta por ciudad juarez,a disfrutar un poco de su ambiente nocturno y o hospitalidad,lo cortes no quita lo valiente y las ganas de mambo number 5 que uno tenga...

Sidius dijo...

Nixon, no me refiero a que la Policia pegue palos a los guiris, sinó la chusma que hay por la ciudad, que no es poca, estos, si que pegan unos buenos palos a los guiris, desgraciadamente opino que Africa SI empieza en los Pirineos.

Juan dijo...

@roro Pero es que aquí cuando te piden tu pasaporte buena parte de las veces no están desempeñando su función como tú dices. No conozco a ningún extranjero occidental que lleve el pasaporte encima, más que nada por seguridad. Esto es de sobra conocido, así que se convierte en la forma más rápida para la policía de obtener un sobresueldo en esos meses malos.

Este tipo de cosas, que aunque no estén permitidas están consentidas, son las que precisamente merman el respeto hacia la labor policial, que precisamente no es trivial.

roro dijo...

@juan entiendo e imagino por donde van los tiros... a mi me han pasado cosas parecidas en Egipto e India pero como siempre lo llevaba... claro que imagino que una cosa es ir por 15-20 días y otra vivir allí y cargar todo el dia con el mamotreto del pasaporte con el consiguiente riesgo de perderlo o que "vuele"... oido cocina.

HerrPeter dijo...

@Roro Yo trabajo por cuenta del Ministerio del Interior en España. Te aseguro que cualquier punto en común entre un cuerpo de seguridad del Estado Español y uno de Tailandia, es mera casualidad. No entraré en detalles porque dentro de 15 horas estaré en la comisaría, y confío en salir íntegro. jejeje

toni dijo...

enhorabuena por el blog, siempre lo sigo espero ir por tailandia alguna vez, a mi me ha pasado en algun pais y todo se ha solucionado con 2 o 3 euros, eso si simpre de dia, por la noche la cosa puede ser mas seria. Una pregunta, en caso de que hubieses tenido que pagar en cuando hubiese salido la broma, es decir, se hubiesen conformado con 200 baths o era un atraco en toda regla?

HerrPeter dijo...

Yo creo que con unos 500 por coche habría bastado, pero son suposiciones. Al no haberme pasado nunca pues sólo puedo elucubrar.

Manolito dijo...

Que llorones que sois la verdad, si es por 500 Baths se instapagan y a seguir la noche como si nada. El caso es que le pase a un Español que no sepa hablar inglés ni thai, a ver como se las arregla el susodicho para negociar... porque imagino que sacar 1 billete de la cartera sin decir una palabra coherente antes como que es demasiado brusco...

Jacob dijo...

Saludos, Herr Peter. Un gourmet del sexo como usted seguro que apreciará mi último libro, "100 Putas". Además, hablo de algunas orientales, aunque de la Villa y Corte. Con su permiso, me atrevo a incluir el link por si es de su interés, o del interés de algún amigo bloguero: http://www.bubok.com/libros/199983/100-PUTAS
Salud y gracias

Anonymous dijo...

a ver si un dia de estos te trincan bien trincado y apareces a la mañana siguiente en el margen del rio mas putrefacto de la mierda de Thailandia, desgraciao.

anonyme dijo...

No se a que viene tanto espanto acojonarse de ir a comisaria? Porque? Si el solo delito era no llevar pasaporte... No ibas ni a pisar ni calabozo ni nada. 500 bahts al txacurra de servicio muy amablemente metidos en su mano y listo.

HerrPeter dijo...

Espanto ninguno. Paso muchas horas en una comisaría thai. La multa no son 500 bahts son 2000. El problema era que al ir de fiesta 10 españoles, es un poco desagradable acabar en un calabozo, porque pagar no íbamos a pagar. Y los calabozos thais son algo desagradables.

eebest8 mike dijo...

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